El kiwi es una maravillosa fruta que es de sabor agridulce y de color verde claro, perfecta para hacer todo tipo de postres. En algunos países es difícil de conseguir, pero si tienes la dicha de verla en algún lugar, compra un poco y prepara tartaletas de kiwi, que vendrán bien para porciones individuales para que coman tus invitados o todos en casa.
Ingredientes:
Para la base:
200 gramos de galletas de limón o de vainilla.
6 cucharadas de mantequilla sin sal, derretida.
2 cucharadas de azúcar granulada.
Para el relleno:
3/4 de tazas de puré de kiwi, o unos 3 o 4 kiwis.
1/2 taza de azúcar granulada.
1 y 1/2 cucharadas de jugo de limón
3 huevos enteros.
3 amarillas de huevos.
6 cucharadas de mantequilla sin sal, en cubos.
Algunas fresas para adornar.
Preparación:
Comienza calentando el horno a 175°C.
Hagamos la base, que es bastante simple. Tritura las galletas hasta que estén hechas polvo. Puedes hacerlo en un procesador de alimentos o también dentro de una bolsa con cierre mágico y una olla pesada dando golpes. Traslada el resultado a un recipiente y agrega la mantequilla y el azúcar. Quedará una mezcla ligeramente húmeda que deberás presionar en moldes para tartaletas de unos 6-7 centímetros de diámetro. Mete en el refrigerador cuando estén armadas y deja unas 3 horas o hasta que estén bien duras.
Mientras prepara el relleno que será como una cuajada de kiwi. Pela el kiwi y licua lo de adentro. Pasa por un tamiz para que quede sin nada de semillas. Agrega a este puré el azúcar y el jugo de limón. Traslada a una olla y calienta a fuego muy bajo. No debes dejar de mezcla. Luego, agrega la mantequilla y todos los huevos, antes de que la mezcla esté muy caliente porque no queremos que se formen huevos revueltos.
Mezcla por unos 10 o 15 minutos o hasta que veas que se ha espesado. No dejes que hierva. Si quieres puedes agregar colorante natural para alimentos de color verde, pero no es necesario. Deja enfriar un poco y pasa por otro tamiz para evitar conseguir huevo cocido, por si acaso.
Agrega la cuajada en las tartaletas y mete en el refrigerador por un par de horas. Agrega rebanadas de fresas en la parte de arriba para adornar cuando vayas a servir.
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